Con la perspectiva bioética orientada siempre por los profesores
Daniel Meneses e Ingeborg Carvajal que he adaptado así:“privilegiar la vida, su calidad y su sentido aportando una actitud flexible y abierta al cambio y las innovaciones en un ambiente de trabajo colectivo con carácter interprofesional y multidisciplinario, de comunicación, solidaridad y complementariedad para una cultura expresada en un desempeño bioético como organización plural al generar
recursos y agentes de transformación social e institucional, coevolucionando con el entorno, en una dinámica multidimensional que recepciona, potencia y conecta los aportes individuales y grupales; propendiendo por favorecer y estimular el bienestar, autoevalúandose y autorregulándose continuamente. La bioética del trabajo propone nuevas relaciones con la comunidad que impacten la calidad de vida, a través de escenarios diversos, en un ambiente basado en una actitud abierta al cambio con un carácter flexible y pluralista dentro de una organización inteligente y comprometida con la vida, proporcionando elementos para enfrentar problemas relacionados con la ética del trabajo desde diferentes perspectivas para favorecer la formación integral del individuo”. En este orden de ideas retomo lo expresado por
Alfonso Llano Escobar , S.J. “La Bioética no surgió para ayudar a resolver los problemas particulares de los profesionales de la salud, ni los problemas de conciencia de los individuos. De tales problemas se ocupan la ética medica y la ciencia moral. La bioética surgió hace apenas 30 años como una nueva forma de hacer ética en sociedad, como una nueva responsabilidad de todos y cada uno de los y de las ciudadanas, como una invitación a todos los miembros de la sociedad deliberativa a participar, con la debida responsabilidad, en foros públicos y privados, en la
deliberación y valoración de los dilemas éticos que plantean al hombre contemporáneo las nuevas biotecnologías. Como observaba ya en su momento Van Rensselaer Potter, el padre de la Bioética: “Son muy graves e importantes las consecuencias de las nuevas tecnologías para dejarlas solo en las manos de los científicos”. Es el momento de que intervenga toda la sociedad deliberativa en asuntos de tanta importancia.
Conviene recordar que la sociedad ha evolucionado mucho mas de lo que pensamos, desde los tiempos metafísicos de los antiguos helenos, hasta el amanecer claroscuro del siglo XXI. De las celebres polis griegas, Occidente paso a los inmensos latifundios feudales del Medioevo. De allí paso a las monarquías absolutas del Renacimiento y siglos posteriores. Luego sobrevino la Revolución Francesa y con ella, y a causa de ella, hicieron su aparición las democracias representativas, hasta que, finalmente, estas cedieron su puesto a las democracia deliberativas de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Por democracias deliberativas se entiendes las sociedades en las que los ciudadanos, dejando atrás la heteronomia, participan en foros públicos con el ejercicio de su autonomía. De reciente data, 1971, y de origen norteamericano, la Bioética en pocos lustros hizo su entrada en universidades e instituciones superiores en forma de cursos de pre y posgrado, de centros e institutos de bioética, de libros y revistas, de bibliotecas y de paginas web, de dilemas y cuestionamientos etilos y morales, planteando investigadores y
científicos de todo el mundo. ¿Qué sentido tienen para la humanidad, que progreso, en término de calidad humana y de crecimiento espiritual, ofrecen las investigaciones en que ustedes se encuentran ocupados?. La Bioética cruzo los linderos de la Academia para hacerse presente en foros nacionales e internacionales, en comisiones asesoras de empresas, de hombres y mujeres de Estado, asesores de jefes de gobierno y de miembros de las Cámaras y Senados. Conviene recordar que esta nueva disciplina, en forma de comites y comisiones de Bioética, forma parte de
organismos internacionales de suma importancia, como la ONU, la UNESCO, el Banco Mundial y la Unión Europea, entre otros”;* 1 Por lo tanto desde la BIOÉTICA (ethos del bios) partiendo de mi experiencia personal con las cátedras universitarias he ido construyendo colectivamente una síntesis completa que nos ha permitido integrar en un mismo discurso coherente y amplio los cursos que he dictado en: Legislación Laboral Individual y Colectiva, Reconversión del Talento Humano, Seguridad Social, Sistema General de Riesgos Profesionales y Sociología del Trabajo. Las actividades se basan en la consolidación de nuevas formas de interactuar con la comunidad mediante formación con los actores sociales y demás como aportes al enriquecimiento del conocimiento.
Tomado de: Bioética del Trabajo. ISBN 958-33-5666-2. Autor Gabriel Ignacio Goméz Marin.